Manifiesto


El pasado 11 de marzo de 2010, varias decenas de antidisturbios desalojaron por la fuerza el centro social okupado El Adoquín, en la calle Doctor Iranzo de Zaragoza. El edificio pertenecía a la Diputación General de Aragón, y llevaba más de cuatro años abandonado. Un grupo de jóvenes lo había convertido en un centro social para el barrio, dando vida a un espacio muerto, en el que se realizaron diversas actividades culturales. El centro social fue desalojado... pero no las ganas de seguir okupando.

En plena crisis económica capitalista, la DGA gastó dinero de tod@s l@s aragoneses/as en volver a inutilizar este espacio. Ladrillos y muros cubren las ventanas y puertas del antiguo centro social, que además tiene unos nuevos inquilinos: una empresa de seguridad privada. No creemos que esta actuación tenga sentido alguno. La crisis económica es la excusa perfecta de las instituciones para paralizar proyectos de casas de juventud, pero no les tiembla el pulso a la hora de cerrar espacios autogestionados y gastar dinero público en asegurarse que esos espacios sigan estando abandonados y en desuso. Queda clara la estrategia gubernamental: acallar cualquier voz crítica de la juventud, cualquier manifestación cultural que se escape a su control o cualquier forma de disidencia al capitalismo. Resulta sorprendente (o quizá no tanto) que dos días después del desalojo, se permita la apertura de un local de un partido de extrema derecha. Esta es la doble cara de la DGA.

Pero como dice el lema, escuchado en la manifestación en repulsa al desalojo del CSO El Adoquín: "Un desalojo, otra okupación". Porque pueden desalojar nuestros espacios, pero no nuestras ideas. Vamos a seguir denunciando las miles de casas abandonadas que hay en todo Aragón (cuando cientos de personas están siendo desahuciados por los bancos, unos de los principales responsables de la actual situación económica) la salvaje especulación que durante estos últimos años ha sufrido en especial nuestra ciudad, la falta de alternativas a esta sociedad capitalista que ofrecen las instituciones públicas (aunque de sobra sabemos que no les interesa hacerlo), la represión que los movimientos sociales sufren día a día y el continuo acoso de cualquier proyecto autogestionado y alternativo. Por todo ello, cada vez que nos desalojen vamos a volver, incluso con más fuerza que antes.

Tan solo un mes después, volvemos a okupar un espacio abandonado desde hace casi 5 años. Se trata del antiguo colegio Lestonnac en el camino de Cuarte, en el barrio de Torrero. Un colegio en el que sus "propietarios" pretendían recalificar sus terrenos, aunque finalmente eso no sucedió. Un caso más de especulación urbanística, que en este caso, dejó sin clase a 250 alumn@s y sin trabajo a varias personas.

Hoy, 9 de abril de 2010, el colegio vuelve a abrir sus puertas al barrio, con el nombre de Centro Social Okupado La Vieja Escuela. Queremos volver a darle uso a este espacio, como hicimos con el CSO El Adoquín, por eso vamos a continuar con las actividades que allí se realizaban. Desde la autogestión, habrá pases de documentales, películas, clases gratuitas de guitarra, cafetería, conciertos, teatro, comedores populares veganos, etc. Todos los días desde las 18:00 estará abierto el centro social. Os animamos a conocerlo.


Como decía el comunicado tras el último desalojo: Ni sus multas, ni detenciones, ni su acoso constante al movimiento okupa y a los movimientos sociales, ni por supuesto este último desalojo nos va a frenar.

Vamos a seguir okupando locales abandonados, públicos o privados, porque no queremos esta sociedad, porque intentamos cambiarla, porque queremos mejorarla, porque que sería de los de aquí abajo, si nadie les para los pies a los de ahí arriba. 


ASAMBLEA DEL C.S.O. LA VIEJA ESCUELA

HEMOS VUELTO